viernes, 24 de noviembre de 2017


De la fractura a la pérdida
cerré una puerta y abrí una ventana.

Con el corazón líquido colgando
en el labio, con cierta prudencia
y cicatrices circulares en el cuerpo
dejé entrar tus diferencias,
tu claridad,

tu lengua nueva
se acercó lo justo
y deshizo la raya que marca
todo límite
de lo que soy y no,

no te estaba esperando
ni te buscaba
ni tenías por qué haber sido,


pero estás aquí
y llenas mi boca
de presente
al besarnos.