lunes, 31 de octubre de 2016

Ser una voz que se queda
sin pretender salvarte,
tirarme al suelo,
acomodarme a tu forma
si el desconsuelo te dobla
en posición de defensa,
ser el abrazo que construya
un nido en un cuerpo
y un pájaro en el otro,
guardarte en mi pecho
mientras lloras.



domingo, 30 de octubre de 2016

Hemos quedado en vernos.
Me visto de ciudad y salgo
a buscar contigo placeres frescos.
Yo creo que el mundo
tiene arreglo si voy de tu mano.
Con un verso que tú enciendas
ahuyentas el espanto.
Voy detrás de ti con los pulmones abiertos
respirando el amor que dejas en el aire.
Para el fuego que tú y yo encendimos
¿por qué no dejarnos llevar
y sorprendernos?,
llenarnos la boca de confianza y de vino
movernos en la oscuridad como vampiros
y celebrar que esta vez no
haremos del amor blanco roto.


Por encima de tu ombligo
y tu costado infinito,
por encima de las alas
quebradas de los abismos,
disimulas que te mueres
y, entonces, te estremeces
bajito y de un soplo desaparece
tu mano, aquel sapito que despertó
de su sueño, y ya no hay puerta,
ni trocito, sólo dedos escurridos,
ni eres verbena en la piel, ni mordisco;
pero tú me arrancaste las palabras,
hiciste lo que nadie hizo, despertar
a las mareas con tus conjuros
y hechizos, y ahora, vacíos,
dormidos, temblando de frío,
morirnos de besos de peces
sin río.

Imagen: Kim Sung Jin

martes, 25 de octubre de 2016

jueves, 20 de octubre de 2016

Dimito de ti.
Puedes entregarme
un finiquito
con carácter urgente
de olvido inmediato.
De aquí me voy
a la cola del paro
cardiaco, pronóstico:
reservado.
Si salgo de esta
seré autónoma
en amor propio,
en cuidados intensivos.
Quédate lo que quieras.
No interpondré recurso
si me pagas de más
o de menos.
Presento pruebas.
Sirvan mis ganas de vivir
sin darme cuenta.

"Tristeza"


miércoles, 19 de octubre de 2016

Salir sola a buscar el mar
es de esos instantes
de disfrute, de refugio,
de cita pendiente conmigo.
Quizá me pase como a ti.
Prefiero ser invisible
cuando soy de vidrio
y quiero ser tormenta,
arrasar con todo.
Detenerme a observar
cómo respiran las olas,
llena de oxígeno las cosas
que me duelen.
Conducir sin saber destinos,
aparcar el coche en ciudades
inventadas, tomarme el pulso
y contar nostalgias,
escuchar música en la cama
en días en los que me despierto
con un plus de ternura,
o en esos que se parecen
a una mano amputada.
Muy pocas veces muestro
mi manera de andar en zigzag,
o de arrastrar mi torpeza
cuando suspendo en la vida.
La risa siempre es fácil
y yo me muevo perfecta
en el compás redoblado
de una bulería.
Siento el olvido cruzar mi cara
como una hostia,
me detengo en este punto
de zozobra y equilibrio,
y sé que he debido de quererte mucho
si todo esto lo compartí contigo.

Imagen: Cristina Otero



martes, 11 de octubre de 2016

Entonces te conocí
y chocaste en mi
como una libélula.

Aún queda luz
de aquel encuentro.


Tengo en los dedos de la mano
los amigos justos,
me gusta la gente sencilla
que te da un abrazo sin pretensiones,
esa que tiene
los anclajes bien puestos
y te dispara a chorros su locura,
los diferentes en las distancias
cortas
donde pocos irrumpen.

Yo soy de primeras impresiones
y poco o nada me impresiona
a estas alturas,
me gusta el cariño intenso
y la única medida que conozco
es más alta que mirar
por encima del hombro.
Me doy con todo lo que tengo
y defiendo el amor desmedido
quizá, porque no se hacer otra cosa.


Dejo a un lado los laberintos
de películas
ya no me arranco la piel
para hacerte un abrigo,

después de dejarme
a la interperie
aprendí el lenguaje de los sapos
el alfabeto repetitivo de los grillos,

supe de soledad y desencanto
de promesas presuntamente
irrompibles,
me faltaron razones
me sobraron excusas
y otros cuentos chinos.

De repente te acercas
con un órgano trilero
en el bolsillo
ahora voy, ahora vengo
amor veleta, amor dolor.

Cambio las oraciones
y todo lo aprendido,
yo también te presto mi corazón:

tómalo
mío es
tuyo no.

jueves, 6 de octubre de 2016

Por no descodificar dobleces,
por no corregir el estilo,
por no querer leer entre líneas,
por no haber sabido cerrar
con la palabra perfecta,
por no detener el impulso
que hace que escriba
sin cláusulas,
hoy me salgo de un poema
que me impide el vuelo,
que se quedó mudo
y hago de él tabula rasa,
carta de libertad
que abra la jaula,
para que sea
lo que siempre fue.

Imagen: Jamie Baldridge


Tengo la sensación
de presentir el amor
cuando oigo tu lápiz.




Para alguien de letras, como yo,
es difícil entender que en la vida
dos por dos son cuatro.
Siempre termino mezclando números
con variables no matemáticas.
Parto de la premisa
de que siempre y nunca no existen.
Concluyo en un todo y nada relativos.
Pero sólo sé que a este ahora
hay que sumarle mañanas
y que al restarle el ayer,
multiplicarlo por condicionales
y dividirlos por instantes
-alegres y tristes-,
da como resultado
esta ecuación extraña.

Así que interrumpo la clase,
abandono la lógica
y abro un libro.

Imagen: Cristina Otero

Qué hacer
cuando el deseo
viene a buscarme,
cuando estoy
sobre tu cuerpo
y quien me toca
no eres
tú.